Necesito vitaminas para vivir. Demasiado hierro cargando, oxidado por lágrimas secas. Comienza una etapa nueva. Dura y distante. Tengo lo que tengo a base de coraje de vivir. "Viviendo a todo trapo olvidé caminar despacio". Son, ahora, mis pies quien indican el camino andado. Dentro de mí se apagaron luces. Ahora es tiempo de aprender a guardar silencio y esperar, con paciencia, se vuelvan a encender. A fin de cuentas se trata de levantarse una y otra vez, para volver a caer. Dejar de creer en las etiquetas impuestas. Abrazarme al caer la noche y no exigirme más de lo que pueda dar.
En el bolsillo triste del pantalón y dentro de mi más profundo sentir sé que soy fuerte ante la batalla del sobrevivir.
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